Bienestar para seres sensibles

Si te consideras una persona sensible o si convives con personas sensibles, este artículo te aportará claves de bienestar que como gotas de algodón, te ayudarán a trascender los retos que la sensibilidad conlleva y a conectar con tu armonía y expansión.

Hace tiempo que quería traer este tema a mi blog. Y lo recordé hoy mientras contemplaba plácidamente desde mi ventana el vaivén de las palmeras y la lluvia que purificaba el ambiente. Luego en la tarde, supe que hoy era el día de escribir sobre esto, al escuchar y sentir con emoción la potente voz de Dolores O’Riordan, mujer sensible que al expresar sus dones logró hacer vibrar a miles con sus canciones.

Aunque considero un logro que en el ámbito psicológico se esté tomando en cuenta la sensibilidad como un aspecto muy peculiar de la vida de un importante porcentaje de personas en la sociedad, en este artículo no voy a usar el término “persona altamente sensible (PAS)”, porque no es mi intención sellar tu experiencia con una etiqueta más, pues desede mi visión, luego puede llegar a ser un reto quitarse las limitantes que de por sí las etiquetas conllevan.

Desde lo que vivo siendo yo misma muy sensible y desde lo que observo en procesos en los que acompaño a mujeres a reconectar con su bienestar pleno, un ser sensible se relaciona con la vida de manera distintiva:

  • Vive las situaciones con intensidad y siente las emociones con profundidad.
  • Conecta ampliamente con las energías (emocionales, mentales, físicas, etéreas) de otras personas, animales, lugares, objetos.
  • Aprecia mucho la belleza de la naturaleza, la música, el arte.
  • Prefiere ir a su ritmo, no se siente muy bien con la saturación de estímulos ni con el multitasking.
  • Conecta con apertura con su entorno, pero también necesita espacio para convivir con su mundo interior.
  • Se siente mejor ante estímulos ambientales moderados (ya sean táctiles, gustativos, auditivos, visuales, olfativos).
  • Empatiza muy naturalmente con los demás seres sintientes.
  • Requiere con regularidad tiempo a solas y silencio.
  • Socializa y puede estar a gusto en grupos, pero no necesariamente es una persona muy extrovertida.
  • Cuando no cuida ni honra su aspecto sensible, experimenta cansancio, confusión, irritabilidad, agobio emocional o incluso ansiedad.

 

Cuando la sensibilidad sea bien aceptada en nuestros contextos, este no será más un tema para escribir ni leer en ningún sitio. Sin embargo, es aún mal visto y a menudo menospreciado en el colectivo que hemos ido formando por siglos: “no llores”, “no lo tomes a pecho”, “no seas tan susceptible” … ¿Cuántas veces has escuchado esto, aún de personas bien intencionadas?

Quien no es sensible, no comprende que tú como ser sensible, vives las cosas desde otro lugar. Y los demás no tienen qué comprenderte, pero si tú ya decidiste vivir consciente, es entonces tu responsabilidad conocerte, comprenderte y abrazar plenamente este aspecto que está contigo por algo bueno.

Reconocer tu sensibilidad te llevará a valorarla como un don, lograrás que sea una de tus más grandes fortalezas y te ayudará a avanzar en tu expansión.

 

Ya sin más preámbulo, aquí vienen las 3 gotas de algodón y bienestar para seres sensibles. *Estas orientaciones no son exclusivas para seres sensibles, pero sí son muy importantes a tomar en cuenta si lo eres.

 

Pausar

Ante el ritmo actual de vida tan agitado que promueve la saturación, la clave es salirte de esa corriente que empuja a hacer mucho a la vez y a prestar atención a tantos estímulos simultáneamente.

Incorpora momentos en el día en el que hagas solamente una cosa a la vez. Baja el ritmo. Incluye descansos y momentos de hacer nada.

Ejemplos

  • Pausa para escuchar una melodía instrumental que te calme o inspire, en donde sea que te encuentres.
  • Toma una siesta (power nap) de 15 minutos.
  • Respira muy lento de forma consciente y continua por al menos 5 minutos.

 

El punto aquí es romper con el multitasking y la saturación, volver a un ritmo más orgánico y alineado a tu Ser.

 

Recargar

Como empatizas mucho con los demás, una consecuencia muy obvia es que das mucho. Esto es algo bueno, siempre y cuando des desde tu excedente de energía, tiempo y recursos. Pero como sabes, te puede ocurrir que, por tendencias aprendidas, vacíes tus vasijas.

Así que para recuperar ese excedente tendrás que crearte el hábito de darte a ti misma y con más frecuencia esa energía y tiempo que con tanto gusto regalas al mundo.

Ejemplos

  • Dar con frecuencia paseos conscientes en la naturaleza.
  • Dedicar tiempo suficiente durante la semana para hacer algo que te encante.
  • Tener una cita para convivir sólo contigo.

 

Es esencial que conozcas tus formas individuales de llenar tus vasijas de energía, que sepas bien qué te ayuda a sentirte más en paz, inspirada y vital.

 

Expresar

La profundidad con la que sientes y la intensidad con la que vives se convierte en un regalo si le das un canal de expresión creativa. ¿Será que los artistas a través del tiempo han sido personas sensibles?

Y con esto no quiero decir que tienes que hacer algo “productivo” con tus experiencias, pero sí que puedes ayudarte a ti misma al encontrar canales expresivos para tus vivencias y así vuelves más placentero tu viaje consciente.

Ejemplos

  • Escribir, cantar, tocar un instrumento, bailar, pintar, hacer manualidades.
  • Conecta con tu corazón, para sentir cuál es el puente de expresión adecuado para ti en cada momento.
  • Hazlo por ti, sin limitarte, suelta expectativas rígidas.

 

Además de sentirte más libre de ser quien eres siendo sensible, al expresarte crearás y embellecerás el mundo con tus propios colores.

 

Para aterrizar las gotas de bienestar

Puede ser que sea tiempo de ahondar en algunos otros aspectos de tu vida, que no tienen que ver directa o solamente con la sensibilidad. Por ejemplo: saber decir NO, aumentar tu amor propio, aprender a aclarar tu energía. 

Ten en cuenta que el camino del bienestar se va andando cada día: dedícate diariamente a alinearte a tu Luz interior, para tu bien más alto y el de todos.

Anímate a acallar esa vocecita que te dice que no eres lo suficientemente valiosa para darte lo que en verdad esás requiriendo.

Recuerda que en tu viaje humano hay momentos en los que vas a necesitar ayuda, para ir más ligera y en mayor amor por tu senda.

Seres de Luz en la Tierra y en otros planos, están dispuestos a apoyarte.

Es importante que pongas en práctica estas gotas de bienestar, para relacionarte más positivamente con tu sensibilidad y así ir destapando la gran luz de este aspecto de ti misma.

 

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Bendiciones.

 

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